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CIUDAD Y TERRITORIO

“La ciudad como soporte de las condiciones naturales”

By abril 17, 2025abril 26th, 2025No Comments

CAMBIOS DE PARADIGMA.

… Desde el lugar en que hemos anclado, la vista es preciosa. la ciudad se alza al pie de una cadena de colinas bastante escarpadas y que tienen cerca de 1,600 pies (480 metros) de altitud. Debido a esa situación, Valparaíso no es sino una larga calle paralela a la costa: pero cada vez que un barranco abre el flanco de las montañas, las casas se amontonan a uno y otro lado. Una vegetación muy escasa cubre esas colinas redondeadas y los lados rojo vivo de los numerosos barranquillos que las separan brillan al sol. El color del terreno, las casas bajas blanqueadas con cal y cubiertas de tejas…

Charles Darwin en Valparaíso, 23 de Julio 1834

LAS TRANSFORMACIONES EN EL PAISAJE DESPUÉS DE 178 AÑOS.

La descripción darwiniana, corresponde a la primera descripción moderna de su geografía, una geografía recorrida por tanto experienciada. La descripción de la bahía de Valparaíso es precisa respecto de las condiciones preexistentes al desarrollo urbano previo a la entrada en vigencia de la Revolución Industrial hacia 1854, una ciudad que se reconoce por sus condiciones naturales.

La cadena de colinas escarpadas corresponde al farellón costero, con el cerro alto el puerto de 512 msnm.

El barranco de origen tectónico es nuestra mal distinguida quebrada, como señala cada vez que perpendicularmente se proyectan hacia las terrazas la población se organiza en torno a ellas.

Los barrancos son el acceso a los cerros y el primer eslabón en el proceso de desarrollo urbano, que sigue el itinerario del barranco-ladera-cima, posteriormente el mismo principio permitirá construir la accesibilidad a la cuenca del Gran Valparaíso.

 

LOS CAMBIOS DE PARADIGMA EN TRES SIGLOS.

Las revoluciones científicas según Kuhn (1970) son episodios de desarrollo no acumulativos donde un paradigma antiguo queda sustituido total o parcialmente por otro nuevo e incompatible con él.

a) El paradigma naturalista. Comprende e interpreta las condiciones naturales; estas ponderaciones permitiendo interactuar con el medio directa- mente para la extracción de sus recursos. Las teorías darwinianas, en principio interpretadas como “evolución”, transitaron hacia la “variabilidad, donde el hombre selecciona las variaciones que le ofrece la naturaleza”. Primero la condición geográfica abrupta expuesta al norte permite adaptar un puerto natural, expuesto al norte protegido al sur; las vertientes por su parte aportan agua retenida y el bosque nativo de las quebradas, los dendroenergéticos; un intercambio de energía suficiente para el desarrollo de la habitabilidad original, previa a las transformaciones de la revolución industrial.

b) El paradigma higienista. Construido sobre la necesidad de resolverle a la ciudad sus condiciones sanitarias. Las doctrinas sansimonianas proliferaron en Valparaíso, se pro- mocionaba una ciudad “más igualitaria”, debido a las disparidades activadas por las transformaciones de la revolución industrial temprana en Valparaíso. Las tesis topológicas insistieron en la necesidad de ocultar el problema bajo la prescripción de “profilaxis urbana”: las quebradas o barrancos de Valparaíso, su invisibilidad y también sus condiciones naturales, soterradas son testigos de la proliferación de la contaminación y acumulación de pasivos urbanos ambientales sistemáticos.

Las revoluciones de las tesis bacteriológicas generan el abandono paulatino de la condición higienista de Valparaíso, dando lugar al predominio moderno-desarrollista, como proyecto nacional republicano post centenario.

c) El paradigma moderno desarrollista. El desarrollo moderno-desarrollista imperante durante gran parte del siglo XX (1928 en adelante), se sostiene en el avance de las ciencia y tecnología que hace ver la capacidad antropológica de controlar los destinos de los entornos, domesticarlos y usufructuar de ellos. El territorio transformado en sólo un soporte. El movimiento moderno que le acompañó redujo la ciudad a las funciones de vivir, trabajar, esparcir y circular. La máquina sincrónica con el tiempo del hombre, aje- no al tiempo de la naturaleza, su capacidad de asimilación y de recuperación de las convenciones antrópicas desarrollaron un valor sobre la obra construida, descuidando e ignorando la obra de los sistemas naturales y de la vida. En Valparaíso los sistemas naturales pasaron al olvido, a la ignorancia, al des- cuido, al abandono hasta transformarse en ruina y manifestar- se cómo “riesgos”.

d) El paradigma ambientalista. El discurso científico en construcción, apoyado sustantiva- mente por las evidencias del cambio climático, la invisibilidad de los sistemas de la vida y la capacidad de observar en ellos la gestión de una única sostenibilidad posible. El cambio de paradigma que instalamos en Valparaíso es: “la ciudad como soporte de las condiciones naturales”. Evidenciar, cuidar y desarrollar es la única sostenibilidad posible para la “restauración de sistemas”.

CUENCA DEL ESTERO DE MARGA MARGA, DEL CAUCE AL DRENAJE.

Los territorios que sufren de una escasez de ecosistemas urbanos y periurbanos son más vulnerables frente al cambio climático y tienen menor capacidad de asegurar el suministro local de los servicios ambientales esenciales para mantener la salud, seguridad y calidad de vida de sus habitantes. (PNUD 2015)

De desperdiciar a retener, es la convención necesaria para reactivar los espacios de la vida en la bahía de Valparaíso. La bahía de Valparaíso junto a la cuenca adyacente, como unidad ambiental tiene un comportamiento como una cuenca geográfica unificada, donde todas sus hoyas hidrográficas se proyectan sobre la bahía homónima, gran parte de ella habilitada hoy como infraestructura portuaria.

Cauces o emisarios, embancamiento y su obligatorio dragado, son efectos de los fenómenos de origen contextual activados por sus cuencas hidrográficas, presentes en Valparaíso como barrancos.

Los sistemas naturales tratan de mantener su condición original, a pesar de las innumerables alteraciones infraestructurales, su respuesta para el hombre son los “riesgos” y los desastres como consecuencia.

Bajo circunstancias histórico-sociales, las referencias culturales han evolucionado cambiando los paradigmas que aseguraban la satinización del entorno posibilitada por los recursos y conocimientos tecnológicos hasta principios recientes de sostenibilidad referidos al necesario entendimiento contextual e integral de los fenómenos territoriales.

Mantener y no reconocer los sistemas naturales hace vulnerable las condiciones urbanas como parte de ella. La ciudad y su contexto natural sistema y necesitan instalar un principio de sostenibilidad en donde la ciudad y el contexto se transforman en el soporte de las condiciones naturales de su desarrollo.

Los sistemas de urbanización e infra estructuración no han considerado esta necesidad, disminuyendo la capacidad de retención del subsuelo, generando evacuaciones libres, sin posibilidad de absorción o retención de la necesaria humedad para la proliferación de las condiciones naturales.

La acción como resultado se expresa en procesos erosivos acentuados, inundaciones de los sectores planos de la ciudad, menor humedad relativa y escasa posibilidad de proliferación de las condiciones naturales, y como colofón una transformación severa de los principales elementos configuradores del borde costero como sistema de interacción, donde playas, dunas y estuarios se ven modificados.

Las precipitaciones en Valparaíso están concentradas entre junio y agosto. En los últimos 40 años, es en este lapso de tiempo donde se han concentrado el 90 % de las precipitaciones que como promedio no han superado los 380 mm.

Las precipitaciones concentradas refuerzan las eventuales crecidas y acolmatamientos de los cauces trasladando cargas desmedidas y de difícil distribución (corriente predominante) a través de la bahía de Valparaíso.

Las obras de infraestructuras y de arte, han tomado el principio de la “evacuación”, por sobre cualquier necesidad de infiltración acentuando las condiciones y torrentoso con los impactos predecibles.

Consideraciones para un cambio de paradigma respecto de las cuencas y sus aguas:

a) El subsuelo meteorizado es el embalse dentro de la bahía de Valparaíso, y es fundamental para el manejo de sus condiciones naturales.

b) Restituir la humedad, permitirá la restauración de las condiciones naturales.

c) La Humedad es el acelerante de los procesos de intemperismo, necesario para la descomposición del granito, material que libera el cuarzo como principal elemento del borde costero.

d) Además la humedad relativa alta disminuye considerablemente las posibilidades de proliferación de incendios forestales.

e) Las aguas confinadas evitan las inundaciones superficiales, regula el gasto y activa las aguas de vertientes, necesarias para reactivar la vida.

f) El transporte regulado de los sedimentos con consecuencias favorables para el puerto y la bahía de Valparaíso, es posible en cuanto este se mantiene en forma constante en su flujo pues tracciona y mueve el sedimento hacia las desembocaduras.

g) Desarrollos de los Sistemas Urbanos de drenaje sostenible (SUDS), son necesarios y urgentes.

h) Restauración urbana de equipamientos y espacios públicos, y proyección reciproca borde ciudad y ciudad borde como infraestructuras verdes.

i) Restaurar la vida de los corredores preexistentes y revitalizarlos con parches equidistantes

 

Luis Álvarez Aránguiz

Director Instituto de Geografía PUCV – Magíster en Urbanismo. UCH – Licenciado en Historia PUCV

Profesor de Historia, Geografía y Ciencias